Tapa de madera de la caja de máquinas

La caja quedaba abierta en su parte superior. El interior va destinado a soportar toda la circuitería de los diferentes elementos que posteriormente se le irán añadiendo. Es por ello que hace falta una tapa que no sólo oculte el interior sino que sea lo suficientemente recia como para soportar los elementos que se le añadirán posteriormente.

Para ello, se recurrió de nuevo a encolar la chapa de nogal que ya se había empleado anteriormente en la construcción del bastidor principal de madera del teclado empleando un tablero de contrachapado de 5mm. Obviamente, la parte del contrachapado que se veía desde el interior de la caja, tuvo que ser tintada también en color nogal.

Al igual que en el resto de la caja de máquinas, también se recurrió al uso de remates estéticos como la moldura concáva de madera de abeto de perfil cóncavo de 2400 x 11 x 11 mm para dotar de homogeneidad estética al conjunto.

Detalle del remate de la moldura cóncava empleada para recubrir la junta de las maderas de la tapa de la caja de máquinas.

La propia tapa se diseñó de forma que empleara la moldura como cierre de todo el conjunto, evitando que la tapa uelta pudiera desplazarse de forma accidental en caso de un golpe seco al teclado.
se Todo el conjunto se acabó añadiendo un par de agarradores antiguos en la parte de arriba de la tapa para facilitar su manejo posteriormente cuando se le vayan añadiendo nuevos servicios al teclado.

Detalle de una de las dos agarraderas que se añadieron a la tapa para facilitar su manipulación